Por ROBERTO ROLANDO
RODRIGUEZ
EN LAS MISMAS ENTRAÑAS
DE LA AMPLIACIÓN
Cuando se habló con mayor determinación de la modernización del
Canal de Panamá, fue por los años después de la firma de los tratados del
canal. Seguí muy de cerca este tema. Mi profesor Indalecio Rodríguez, (qepd) dirigió
inclusive mi intento de trabajo de grado de la Universidad. A los dos nos
fascinaba este tema.
El profesor Luis González (qepd) de Redacción, un día me
comentó, por aquellos tiempos de 1981, que una delegación de empresarios e industriales
japoneses vendrían a Panamá para explorar la diversificación de las inversiones
y movimiento comercial de aquel país. Entre ellos se encontraba Shigeo Nagano,
cerebro del milagro económico japonés y de Singapur.
Nagano, era de pensamiento que un canal a nivel del mar abriría
una mayor oportunidad al comercio mundial, necesario en el siglo XXl, pues el
calaje y el desplazamientos de los barcos sobrepasarían los 250,000 TWA, por lo
que se imponía una modernización, acorde con el movimiento de carga marítima.
Este hombre del sol naciente, hizo buena amistad con Omar
Torrijos Herrera. De esa amistad y reuniones técnicas surge una Comisión Tripartita,
integrada por Panamá, Estados Unidos y Japón, quienes realizaron estudios de prefactibilidad
que concluyeron en recomendar al gobierno panameño dos alternativas: un nuevo
juego de esclusas de alto nivel y un canal a nivel a 16 kilómetros al oeste del
actual (ruta 10).
Viajé a Japón en 1982, invitado por aquel Gobierno, y conocí
muy de cerca la tecnología japonesa de megas obras, incluyendo el evento de una
construcción de un canal a nivel. Allá, la importancia de esta obra se
visualizaba como un atajo importante y estratégico que ayudará a la marina
mercante mundial para el transporte de mercadería de consumo humano en menor
tiempo, costos bajos y consumo de petróleo.
Al bajar a las mismas extrañas de las esclusas de alto nivel,
vi muy de cerca el aporte panameño a la humanidad, su canal.
Las gigantesca esclusa del Pacífico tiene 90 por ciento de
avance, mide más de una milla de larga y justamente hoy, una enorme maquinaria retro
cavadora iniciaba los trabajos de excavación para dentro de poco, abrir la unión
de la esclusa con el océano pacifico con el nivel necesario para el tránsito de
barcos.
Luis Ferreira, el ingeniero de obra, explicó que dentro de
pocos días comienza el proceso de inundación en aguas de esta enorme recámara
por donde transitaran enormes barcos que se llamarán NEOPANAMAX, los que ya
navegan por aguas internacionales y cuyas perspectivas darán inicio a su tránsito
a partir del primer cuatrimestre de 2016.
El llenado de esta gigantesca tina de agua durará cinco días,
bien calculado por los ingenieros panameños, diseñadores del proyecto. Entendí que
la esclusa de alto nivel del Atlántico, ya está llena de agua, a poco tiempo de
las primeras pruebas de sus compuertas las que una de ellas verticalmente es
del alto del edificio de la Contraloría.
Van ya casi más de 8 años de construcción de la obra, desde
que se aprobó en referéndum la modernización del canal para el juego de
esclusas de alto nivel, y fue emocionante en la superficie de la plazoleta escuchar
el sonido de las grúas, los constantes golpes de los martillos sobre acero, que
a no dudar me será perdurable, porque lo que pareció un sueño ayer, hoy es una
realidad a punto de ejecutarse.
Con la obra un auge económico,
y después de la obra un gran beneficio, y como lo dijo el ingeniero Ferreira,
podemos poner dos barcos en un solo esclusaje y nos ahorremos esta cantidad de
agua y esa operación, nos conviene porque así mismo cobraremos el peaje en
beneficio de los panameños y la humanidad.
Hoy, fue mi gran día, y casi me pierdo algo muy importante en
el recorrido de la historia, estar en epicentro de la obra, la que me ha
inspirado desde que escribí por primera vez sobre los retos de la modernización
del canal de Panamá. Gracias, Luis Vásquez, y todo el personal de la
vicepresidencia de Comunicación social de la ACP por permitir estar en la misma
extraña de la ampliación del canal.