Por Roberto Rolando
RODRÍGUEZ
La revolución naviera.
El Andronikos y el vapor Ancón. Uno dedicado al comercio mundial, y el otro al
transporte de personal militar de Estados Unidos.
Dos embarcaciones que
pasan a formar parte de nuestra historia naviera. Cuando el Ancón transitó
inauguralmente, por una de las obras maravillas del hombre, era una miniatura,
tanto por el Corte Culebra como por las esclusas.
El 26 de junio de
2016, el "Adronikos" hará también un tránsito inaugural, y sin dudas es el primer
barco más grande que atraviesa el atajo acuático, rodeado de naturaleza y
montañas. La embarcación es de la categoría neopanamax –en referencia al tamaño
de las nuevas esclusas del canal- tiene una capacidad máxima de nueve mil 400
contenedores, con un largo de 299.98 metros y un ancho de 48.25 metros.
El “Andronikos”
transitará de norte a sur, desde las esclusas de Agua Clara en el Atlántico a
Cocolí en el Pacífico.
SS Ancón”, un vapor de
9 mil 697.62 toneladas brutas y 489 pies de largo fue construido en Maryland,
Estados Unidos, fue primeramente bautizado con el nombre Shawmut por la
Maryland Steel Co. El Ancón fue comprado en 1909 por la Isthmia.
La construcción del
tercer juego de esclusas –que añadirá un carril a los dos existentes en la
ruta- se inició en 2007, después de un referéndum. Su costo de inversión es de
cinco mil 250 millones de dólares.
A diferencia del 14 de
octubre de 1913, cuando el tránsito de prueba de Miraflores a Pedro Miguel fue
un fracaso, el tránsito de prueba por el nuevo canal ampliado se realizará el
próximo 1 de junio, y para ellos los ingenieros del canal han estudiado, minuciosamente, cada detalle y alquilarán un buque neopanamax para ese ensayo.
Por su puesto, los
tiempos han variado porque la tecnología de hoy demuestra ser más precisa. Cuando en 1913 la primera prueba fracasó hubo que esperar 10 días después para el segundo
intento con un resultado de éxito, sin embargo la inauguración del atajo
acuático, listo en planificación, no fue posible debido a un derrumbe ocurrido días
después.
La inauguración del
canal actual promovió el turismo norteamericano, por lo que, pareciera que 103
años después nada cambiará porque interna y externamente miles de personas nacionales y
extranjeros pondrán sus ojos ante este acontecimiento y se verán motivados por
apreciar la obra del canal ampliado, que empuja a una nueva revolución naviera,
con las metas y perspectivas de eficiencias, operatividad y sobretodo
competitividad.
El orgullo de ser
panameño es que humildemente nuestra cintura geográfica es un aporte a la
humanidad y no me cansaré de repetirlo a manera de docencia.