Por Roberto Rolando RODRÍGUEZ
Tengo muchos amigos exiliados cubanos. Sus historias y sufrimientos vividos por oponerse al regimen castrista ponen los pelos de punta.
Tengo muchos amigos exiliados cubanos. Sus historias y sufrimientos vividos por oponerse al regimen castrista ponen los pelos de punta.
Como productor del
especial Porque nos Importa de RPCTV, en el 2000 logramos un programa sobre el régimen
de Fidel Castro. Penetramos grupos disidentes allá en un barrio habanero
burlando la seguridad de estado de Fidel. El embajador cubano en Panamá, Carlos
Zabala, se irritó y me reclamó en términos poco afable. Recuerdo que me dijo
"yo te hubiera ayudado hacerlo mejor" evidente que no le gustó el
programa. Lógico.
En Miami, se me quedó
una frase del congresista, Lincoln Díaz Ballar, sobrino de Castro. Entrevistado
por Abdiel Gutierez para el mismo programa dijo: "Un tiro en la sien a
Fidel también es una muerte natural". ¡Vaya la máquina! para decir no es
un crimen esta muerte violenta!
Tengo el testimonio de Raymond Molina, amigo de muchos años. Solidario y empresario. Opositor sin cuartel al régimen castrista. Veterano de Bahía Cochino. Apresado por las tropas de Fidel. No recuerdo bien cuando me contó esta historia, si el comandante era Hubert Matos o Camilo Cienfuegos. Ellos, Informan a Fidel del grupo invasor apresado en combate y le notifican que iban a proceder a fusilarlos. De pronto, la sorpresa. Castro les responde por una radio comunicación de onda corta que no cometan ese error. Y, les ordena trasladarlos a La Habana. Castro, estaba ya asfixiado por la falta de medicamentos y, decidió canjearlos por medicina, propuesta que EEUU aceptó.
Hace poco, recibí una delegación periodistas cubanos en el exilio y ex prisioneros de Castro. Yoel Borges y Jesús Díaz Martínez, el canciller del Colegio Nacional de Periodistas en el exilio. Sus historias relatadas desmayan por lo cruel de los tratos. La mejor comida dominical, narraron, era arroz pincho con un par de huevos. Ese menú fue el que Jesús, ordenó en el restaurante, una noche cuando cenábamos. Así rememoró aquellos días de cárcel.
Ellos, cumplieron sus condenas y pudieron salir de su país hasta el día de hoy. En medio de la Cumbre Hemisférica de las Américas, dos hechos los involucraron. Uno, una turba de seguridad estado cubano-venezolanos acorrala a Yoel en patio del Hotel Panamá, por lucir una gorra del 26 de mayo. Querían lincharlos pero la policía panameña los rescató (a Yoel y Jesús) y me los entregó.
Y, el otro suceso fue cuando Jesús no pudo contenerse ver cerca a Raúl Castro y le gritó: ¡asesino! ¿Cuándo vas a liberar mi país? Pasada su proclama política y poco después cuando se retiraba de ATLAPA fue interceptado por agentes de Raúl Castro y entregado a la policía panameña. Después de tres horas fue cuando supe que pasaba y lo liberaron tras verificar los documentos migratorios y de acreditación. Si esas turbas hacen esto aquí que no hacen allá .. Verdad!
Hay algo más que
contar fue cuando viajé a La Habana para la liberación del preso político más
antiguo, Roberto Pérez, quién después de aceptar previamente la su liberación
se retacó y dijo que no viajaría a Panamá sino liberaban a toda la celda en la
que se encontraba purgando. Negociadores panameños les tomó tres días
convencerlo y mi estadía allá fue de iguales días en un viaje supuesto de un
día. Fue por eso que conocí en persona, a Fidel Castro, a quién con resabios le
estreché la mano a las 2:00 a.m.
Como cristiano pido que descanse en paz (qdep)
pero me pregunto se lo merece? La historia dará su veredicto sobre el porqué de
su régimen.
Como panameño reconozco la solidaridad para con nuestro país, nuestra lucha por la recuperación de nuestra soberanía y transferencia del canal.
Como panameño reconozco la solidaridad para con nuestro país, nuestra lucha por la recuperación de nuestra soberanía y transferencia del canal.